domingo, 31 de agosto de 2014

Un nombre distinto

En el libro Un nombre distinto de Miguel Ruiz Effio, el amor se convierte en algo violento en dos de sus cuentos.
En “Dos pájaros, un solo tiro” encontramos a una mujer que convive con un hombre abusivo. En esta relación, en vez de amor, ella recibe golpes y órdenes. Él tiene el control, pero finalmente ella vierte raticida en la comida que ha preparado para su pareja y espera tranquilamente su viudez.
            En “Descifrando a Lulú” un hombre traicionado busca vengarse. Hace que ella y su rival sean despedidos del trabajo. Y cuando la infiel se convierte en prostituta, producto del desempleo, él pasa a engrosar la lista de clientes. Mientras están en la cama, disfruta con la idea de confesarle que él fue responsable de su despido y su posterior desgracia.
            Dos cuentos, donde el amor no es ciego, sino vengador. 

lunes, 6 de enero de 2014

Entrevista a Martín Roldán: Generación cochebomba


La violencia de los años 80 y 90 ha dejado profundas huellas en los peruanos. ¿Cuál es tu testimonio con respecto a ella?

Bueno de alguna manera he estado en medio de la violencia como casi todos de los que crecimos esos años. Estuve muy cerca de los atentados, pues mi casa y mi barrio de Breña se encontraban cerca de instituciones públicas que fueron atacadas. Eso me hizo conocer cómo sonaba cuando un petardo explotaba, cuáles eran sus consecuencias. Qué pasaba cuando había un apagón. Etcétera.

Este asunto de la violencia, ¿cómo incide en la novelística actualmente?

De hecho que ha influenciado a muchos escritores, porque hay muchas novelas que tocan el tema. Incluso se denomina a estas como Literatura de la violencia, un término acuñado creo por Miguel Gutiérrez, por su fuerte presencia en la novelística actual, sobre todo en la realista, la que trata de reflejar ese momento dramático de la historia peruana.

¿Cómo han influido los sucesos de la violencia en tu creación literaria?

Mmmm mucho, ya que mi novela está ambientada en esos años, y para lo cual no podía estar lejos de lo que sucedía. No podía obviar la violencia porque era una presencia ineludible si es que quería reflejar lo difícil que fue crecer en los años ochenta.

¿Qué escritores crees que han trabajado mejor la temática de la violencia? ¿Por qué?

No te podría decir quién es mejor porque no me he leído a todos. Creo que Oscar Colchado con Rosa cuchillo o Julián Pérez con su hermosa novela Retablo. Pero también están José de Piérola con El camino de regreso o Fernando Cueto con Ese camino existe. Todos de alguna forma aportan a esa visión de lo que fue la violencia a través de la literatura, pero no creo que haya uno mejor que otro, sino propuestas distintas, pero igual de valorables.

Generación cochebomba es un interesante para simbolizar los años 80 y 90. ¿Cómo elegiste el título?

Me lo dictó un personaje cuando estaba en la vorágine de escribir el cuarto capítulo del Lado A del libro. “¡Salud por nosotros la generación del apagón y el coche bomba!”. Había pensado en titularla como el coro de una canción de la banda punk Eskorbuto que dice: “Nadie es Inocente, todos terroristas”; pero cuando escribí lo que el personaje llamado Fredy Nada dijo, paré la mano (Porque hasta ese momento estaba escribiendo a mano) y me dije: Este es el título.

Aparte del título de tu novela, ¿a qué le llamas generación cochebomba?

A nada más, por ahí he leído que han usado el título como una denominación generacional, que engloba a la generación que creció en medio de la violencia política. Pero eso ya no me incumbe a mí sino a los que ven por conveniente usarlo de tal forma.

Uno de los personajes es un ministro: “quien disolvía los mítines del escritor o que mandaba matar a los presos, vestido de camuflaje y boina y que ahora se creía toda una mujer”. Algunas características de este personaje concuerdan con la realidad.

De alguna forma, la ficción literaria, así sea fantástica, siempre nos remite a la realidad.

Hablando de la realidad, en tu novela aparece el caso Barrios Altos. Al respecto, Alberto Fujimori ha sido sentenciado por ese caso, pero su frase de “Soy inocente” ha dado la vuelta al mundo. ¿Cuál es tu opinión sobre esto?

Que no es inocente y que bien sentenciado está.

Entre tus personajes, unos optan por el anarquismo, otros por el senderismo. Para ambos el Perú está de cabeza: “La mierda existe (...) Calles de mierda, tránsito de mierda, gente de mierda, sociedad de mierda… ¡País de mierda!”. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Que la frase más usada por los de mi generación era precisamente “Este es un país de mierda”, por eso muchos optaron por emigrar de cualquier forma a los países vecinos, Europa o los yunaites.

Recomiendas leer Generación cochebomba escuchando rock subterráneo y el metal. ¿Cuál es la importancia de este tipo de música en tu novela?


Porque es la música que escuchan los personajes de la novela. Aparte me parece algo fuera de foco que leyeras una novela sobre los coches bomba, los apagones, las matanzas, los desaparecidos, con un fondo musical de Río con La universidad es cosa de locos (Porque más que todo era cosa de terrucos) o a Chachi Luján cantando “Gracias por lo que tú me diste…” Prefiero escuchar a Eutanasia y su tema El Orden Kriminal para ponerme más a tono y sentir lo que sienten los personajes de mi novela o lo que sentíamos los que la sufrimos de verdad. Pero es una opción, porque veo difícil concentrarse con esas guitarras distorsionadas: Mejor sería como un complemento a la lectura, es decir para antes o después.