La noticia del año:
se sospecha que una obra teatral es prosenderista porque, uno, en ella hay
diálogos donde se dan vivas al senderismo, y dos, integrantes de las FFAA no
respetan los derechos humanos. Los acusadores olvidan o no saben que si un
personaje de la ficción es senderista, tiene que hablar como tal; de la misma manera,
si otro personaje es militar debe hablar como militar, según el desarrollo de
la narración.
Pero
qué se puede esperar si tenemos un ministro que solo saber correr por las
calles imitando a su presidente, que además es sospechoso de haber asesinado al
periodista Bustíos. De cultura nada de nada. Luego tenemos agentes de
“inteligencia” (debería decir agentes de imbécil) que van a ver una obra
teatral para saber si es apología o no.
Veamos
dos casos donde siguiendo el “razonamiento” de estos agentes cabría la acusación
de apología senderista:
Mario
Vargas Llosa, porque uno de sus personajes subversivos en Lituma en los Andes dice “Este es una guerra, nadie puede decir que
no va conmigo… Una guerra para acabar con los “señores”. Para que nadie se
arrodille ni le bese las manos ni los pies a nadie”. Ajá, o sea, está
justificando el accionar senderista, cómo es posible que nadie se haya dado
cuenta de eso durante tantos años.
Gonzalo Portocarrero, porque su nombre es Gonzalo, o sea, está haciendo apología por ser homónimo del “presidente Gonzalo”, que mejor se cambie por Gonsalo antes de que lo
investiguen. Además, porque en su libro Profetas
del odio tiene varias citas de las frases senderistas: “Viva los comités
populares”, “¡Viva el Pdte. Gonzalo! PCP”. Ah, no, este sí que es un terrucazo.
En
el primer caso, vemos que se trata de ficción, donde el personaje subversivo se
expresa así. Tiene que hablar como senderista para que la narración sea creíble.
En el segundo caso, no se trata de ficción sino del ensayo. Y este tipo de
texto requiere muchas veces que se use la cita textual para explicar el tema
que se viene abordando. Y eso es lo que hace Portocarrero con el senderismo. A
propósito, su libro fue repudiado por los senderistas porque les daba con palo
y duro.
Esto
solo son dos casos de los muchos que existen tanto en el ensayo, la narrativa y
la poesía.
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