La historia de la corrupción de los últimos 30 años se encuentra en el libro Fe de ratas, de Raúl Wiener. Ahí desfilan todos los corruptos conocidos y que se encuentran en la cárcel: Alberto Fujimori, Montesinos, Mantilla, Rómulo León, Don Bieto, etc. Sin embargo, según este texto, hay otros personajes que han sabido capear la justicia y que andan sueltos como si nada hubiera pasado: PPK, Toledo, Alan García, entre otros.
“Los alcances del pensamiento Rómulo” (114) es la frase que llama la atención en Fe de ratas. Esto explica los niveles de corrupción que ha alcanzado la clase política y el empresariado, tanto nacional como internacional. Este pensamiento tiene una larga fila de seguidores, y de ancha base, pues copa a personajes del gobierno dictatorial y gobiernos democráticos.
En ese sentido, ni siquiera el “héroe de la democracia”, el que se puso la vincha para los Cuatro Suyos, se salva, porque, luego de la huida del ahora preso AFF, se hizo suyo de los cuatro suyos, haciendo y deshaciendo los recursos del país. Con el apoyo del mercenario económico PPK, pues “les arreglaron la ley a los inversionistas” (179) en el caso Camisea.
Esto por mencionar al que se fajó por la democracia. Miremos también al actual presidente, conocido por la frase “La plata llega sola” (126). ¿De dónde viene esa plata? ¿Cuál es el objetivo de quien envía la plata? Porque sola no llega. En ese sobre o costal o carretilla del fajo de billetes hay cláusulas que cumplir. Por eso no es casualidad que el señor Romero, del Banco de Crédito, les preste su avión particular a los presidentes García y Toledo, en sus gobiernos respectivos (123). La clase política, en ese sentido, no tiene la más mínima intención de gobernar para los peruanos, sino que termina siendo la administradora de los recursos naturales y el erario nacional al servicio de las grandes empresas, no del pueblo en general. Si hay una mina que explotar se la venden no al mejor postor, sino al que hace que la plata llegue sola. Si hay un aeropuerto (Collique) que vender, dáselo al que hace que la plata llegue sola, etc.
Las ratas se están tragando el Perú. El pensamiento Rómulo es una doctrina que no la ha inventado Rómulo León, sino que este personaje ha encajado muy bien en ese hecho escandaloso del “faenón”. En el libro de Raúl Wiener se ve toda esta parafernalia de personajes corruptos en las esferas de la clase política, que no entran a la política con ganas de hacer historia, sino con ganas de hacer buenos faenones, porque ahí está el secreto de que “la plata llega sola”.
La corrupción ha calado en la sociedad peruana, no solo en la clase política y en el empresariado, sino también en las clases populares. Para nadie es un secreto que “la plata llega sola” para el policía de la esquina por no poner papeleta, para el juez por apoyar algún juicio, para los directivos en educación por vender exámenes a los profesores. El pensamiento Rómulo es una doctrina que se ha masificado en verdad.
“Los alcances del pensamiento Rómulo” (114) es la frase que llama la atención en Fe de ratas. Esto explica los niveles de corrupción que ha alcanzado la clase política y el empresariado, tanto nacional como internacional. Este pensamiento tiene una larga fila de seguidores, y de ancha base, pues copa a personajes del gobierno dictatorial y gobiernos democráticos.
En ese sentido, ni siquiera el “héroe de la democracia”, el que se puso la vincha para los Cuatro Suyos, se salva, porque, luego de la huida del ahora preso AFF, se hizo suyo de los cuatro suyos, haciendo y deshaciendo los recursos del país. Con el apoyo del mercenario económico PPK, pues “les arreglaron la ley a los inversionistas” (179) en el caso Camisea.
Esto por mencionar al que se fajó por la democracia. Miremos también al actual presidente, conocido por la frase “La plata llega sola” (126). ¿De dónde viene esa plata? ¿Cuál es el objetivo de quien envía la plata? Porque sola no llega. En ese sobre o costal o carretilla del fajo de billetes hay cláusulas que cumplir. Por eso no es casualidad que el señor Romero, del Banco de Crédito, les preste su avión particular a los presidentes García y Toledo, en sus gobiernos respectivos (123). La clase política, en ese sentido, no tiene la más mínima intención de gobernar para los peruanos, sino que termina siendo la administradora de los recursos naturales y el erario nacional al servicio de las grandes empresas, no del pueblo en general. Si hay una mina que explotar se la venden no al mejor postor, sino al que hace que la plata llegue sola. Si hay un aeropuerto (Collique) que vender, dáselo al que hace que la plata llegue sola, etc.
Las ratas se están tragando el Perú. El pensamiento Rómulo es una doctrina que no la ha inventado Rómulo León, sino que este personaje ha encajado muy bien en ese hecho escandaloso del “faenón”. En el libro de Raúl Wiener se ve toda esta parafernalia de personajes corruptos en las esferas de la clase política, que no entran a la política con ganas de hacer historia, sino con ganas de hacer buenos faenones, porque ahí está el secreto de que “la plata llega sola”.
La corrupción ha calado en la sociedad peruana, no solo en la clase política y en el empresariado, sino también en las clases populares. Para nadie es un secreto que “la plata llega sola” para el policía de la esquina por no poner papeleta, para el juez por apoyar algún juicio, para los directivos en educación por vender exámenes a los profesores. El pensamiento Rómulo es una doctrina que se ha masificado en verdad.
*Raúl Wiener. Fe de ratas. Marzo del 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario