El concepto
de educación responde a intereses y necesidades de un grupo social. En ese
sentido, si el BM interviene en las políticas educativas, por supuesto que lo
hace desde una concepción de la educación que responda a sus intereses (la relación entre el BM, el Club de Bilderberg y el Nuevo Orden Mundial ha sido tratado en http://nikovelita.blogspot.com/2018/07/el-nuevo-orden-mundial-y-su-interes-por.html). Claro
está que un concepto de la educación como el de Peñaloza no les perviviría para
nada. Es más, sería un peligro.
La educación, en cuanto promovedora del sano
crecimiento corporal, de nuestro siquismo superior, de la razonable destreza en
el manejo del lenguaje, del equilibrio interior, de la libertad y de la
autonomía personales, de la responsabilidad, del ímpetu inquisitivo, de la
captación de valores, y de la creatividad, constituye, repetimos, un proceso de
hominización, es decir, que hace hombre al hombre (2000: 72).
O esa
frase en latín que aparece en el escudo de la Universidad Nacional de Educación
del Perú: “Educar al hombre en todo cuanto tiene de hombre” es ajeno al Club de de Bilderberg. A
sus agentes les habría gustado que la traducción sea “Educar al hombre en todo
cuanto tiene de esclavo”: la esclavitud en la era digital, que no es ficción,
sino realidad.
Para el
BM “la educación es un instrumento importante para el desarrollo económico y
social (y) debe
estar concebida para satisfacer la creciente demanda de trabajadores adaptables,
capaces de adquirir fácilmente nuevos
conocimientos, en lugar de trabajadores con un conjunto fijo de
conocimientos técnicos que utilizan durante toda su vida activa” (1996: 21-27). Faltó agregar adaptables a los intereses del
Club, porque de eso se trata finalmente. Si al trabajador le agregas horas de
trabajo, que se adapte a su nueva situación; si el trabajador es despedido, que
se adapte a su condición de desempleado.
El club
está preocupado por la educación del mundo. Es de su interés que todo lo que se
aprenda en las aulas sea para sustentar ese Nuevo Orden Mundial. El producto
final de la educación es la fuerza laboral. Lo dicen abiertamente en su
documento Aprender para hacer realidad la
promesa de la educación:
La deficiencia en el aprendizaje durante los
años de escuela se manifiesta más tarde como brechas de habilidades en la
fuerza laboral… Dado que los sistemas educativos no logran preparar
adecuadamente a los trabajadores, muchos de estos ingresan en la fuerza laboral
sin contar con las competencias necesarias (BM, 2018: 9).
Esta
concepción de la educación representa a una realidad concreta: el Club, a
través del BM, pretende imponer sus intereses. Y es la educación una buena vía
para lograrlo. Ciudadanos adaptables a las necesidades e intereses del Club. Para
disfrazar esta condición de trabajador adaptable, semiesclavo, se ha acuñado la
frase “habilidad para trabajar bajo presión”. A partir de dicha concepción se
diseña las políticas educativas y se da recomendaciones (entiéndase orden) a
los ministerios de educación del mundo.
*
Banco Mundial (1996). Prioridades y estrategias para la educación.
Washington: Banco Mundial.
Banco Mundial (2018). Aprender para
hacer realidad la promesa de la educación. Washington: Banco Mundial.
Peñaloza Ramella, Walter (2000). El
currículo integral. Lima: Optimice Editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario