lunes, 13 de abril de 2020

Docentes comechados, segunda temporada


El 10 de julio del 2007, en un contexto de la implementación de la carrera pública magisterial, Alan García Pérez, enemigo del magisterio, insultó a los maestros: “Don picón, don criticón, están siempre queriendo detener el rumbo del Perú. Hay muchos comechados que no quieren ir a dar clases, ni capacitarse y, cuando les ponen un libro adelante, es como si les tiraran una maldición”.
Al parecer, algunos especialistas de ugeles y Minedu, siguen pensando así. Eso lo demuestran algunas frases que leemos a continuación.
            1. “Las clases serán recuperadas”[1].
2. “Directores buenas tardes se les recuerda que los docentes tienen q realizar sus sesiones diarias teniendo en cuenta un horario…Lo de aprendo en casa es un apoyo” (wasap).
3. “A los docentes se les paga por su trabajo diario” (wasap).
4. “Se tienen q tener las evidencias (del trabajo realizado por los docentes)” (wasap).
5. “Haciendo uso ya sea de whatsapp… youtube… classroom… Etc” (wasap).
6. “Diario voy a monitorear por vía celular o WhatsApp solicitando el titulo de las sesiones trabajadas en cada nivel y grado” (wasap).

Veamos algunos puntos al respecto:
            Primero, estamos ante una pandemia por coronavirus, donde la preocupación principal es la salud y la vida de los ciudadanos que a la fecha ha cobrado la vida de más de 100 000 personas en el mundo.

Segundo, el tiempo perdido no se recupera, tampoco las clases. Eso quedó demostrado luego de las huelgas magisteriales del 2017 y 2018. En el contexto actual, ante tantos fallecidos, las clases pasan a un segundo plano. Al respecto, Trahtemberg[2] se pregunta tímidamente: “¿No es mejor -y más honesto- acortar el año escolar en lugar de esta ilusa e ineficaz recuperación de semanas de clases en vacaciones?”. Pudo ser una afirmación contundente. Incluso perder el año escolar. Algunos padres ya piensan en no enviar a sus hijos al colegio. Es mejor eso a perder a sus seres queridos.

 

            Tercero. No se entendió la lógica de la cuarentena: quedarse en casa. Y el trabajo docente principalmente es en aula, presencial. Para una educación a distancia, la escuela pública no está preparada. Eso lo demuestra Minedu al contratar actores para las clases por televisión en Aprendo en Casa. Sus especialistas brillan por su ausencia en este caso. También PerúEduca que ha colapsado ante la demanda de cursos virtuales para docentes.

            Cuarto. En esa pandemia por coronavirus, se ha presentado otra pandemia: profesores youtubers. Especialistas de ugeles y Minedu acosan al docente con el discurso de innovación pedagógica y el uso de videos en youtube. Al parecer, no se percataron que los escolares de escuelas públicas usan celulares táctiles sin saldo y que su uso se restringe al wasapeo y al feisbuqueo, que si las clases incluyen uso de youtube tendrían que ir cada tres horas a la tiendita de don Pepe para una recarga de tres “lucas”. Es decir, la forma de llegar a la mayoría en una educación a distancia por internet es por wasap y facebook. Esas dos vías es la que los docentes tendrán que explotar.


jueves, 9 de abril de 2020

Evaluación "diagnóstica" y la boleta de notas


El año escolar se inicia con el ritual de la prueba de entrada, los más “técnicos” también le llaman evaluación diagnóstica. Según el cual, a partir de preguntas y respuestas escritas, el docente sabrá en qué nivel se encuentra el estudiante.
            Es una práctica que se viene realizando por décadas, independientemente del discurso sobre pedagogía que existe en las facultades de educación y la normativa que emiten los ternócratas de Minedu. No tiene fecha de vencimiento. Se seguirá aplicando por décadas y sobrevivirá al COVID-19.
            Ante esto surgen preguntas: ¿la boleta de notas o libretas solo sirven para decirle al padre que el estudiante aprobó o desaprobó?, ¿este documento no sirve como referencia para indicar al docente que el escolar se encuentra en un nivel determinado?
            Dicho documento no ha sido tomado como referencia por los docentes. Al inicio del año, se recibe al estudiante en blanco, sin historia, cuando en realidad sí la tiene. Y su historia está traducida en números (0-20) o letras (C-AD). Porque todos sabemos que si el estudiantes tiene 20 o AD, entonces es un logro destacado;  05 o C, logro deficiente o en inicio.
Una mirada a la boleta de notas es más objetivo que una prueba de entrada de dos páginas aplicadas en 45 minutos. Nos presenta un panorama de diez meses y no solo de un área, sino de todas. Es decir, el docente de Comunicación, por ejemplo, a partir de ese documento, puede concluir que un estudiante es excelente en su área, pero presenta dificultades en Matemática.

            Sin embargo, ningún docente toma en cuenta dicho documento que representa la historia educativa del escolar. La prueba de entrada no tiene razón de ser en ese sentido.