viernes, 20 de julio de 2012

Lucanamarca versus Putis

            La designación del “día de la lucha contra el terrorismo” trae a colación una reflexión sobre los sucesos de los años ochenta y noventa. De cómo la violencia de esos años arrojó la cifra de 70 mil muertos y desaparecidos. Cifra que por cierto no convence a la derecha, que según ellos es de unos miles menos, o sea lo de “nosotros matamos menos” no es una cuestión de un taradito y desubicado fujimorista, sino es una postura de la derecha peruana.

            Sin embargo, eso de “nosotros matamos menos” es discutible cuando se alude a hechos concretos. Específicamente, hablo del 3 de abril, fecha que hace referencia al caso Lucanamarca, donde Sendero Luminoso dio muerte a 69 campesinos, inclusive niños. Porque resulta, que si se trata de cantidad, en Putis el Ejército mató 123 campesinos, inclusive niños, con el agravante del pillaje: se llevaron el ganado y los enseres para luego venderlos.

            Definitivamente, por donde lo veas 123 es mayor a 69. Casi el doble. Es que si queremos cuantificar el hecho entonces 123 debería ser el número a tomarse en cuenta y no 69. Sin embargo, alguien dirá que no se trata de número sino de intensidad. Y supongo que intensidad hace referencia a que en el caso Lucanamarca no solo los mataron sino que a algunos los quemaron vivos. En ese caso, también habría que tomarse en cuenta el caso Accomarca (62 muertos, inclusive niños), donde también se usó el fuego en esa matanza.

            Luego entre 69 y 62, el “nosotros matamos menos” es casi un empate técnico si de número se trata. Entonces, a ver un desempate: 123 más 62 igual 185 entre 2 igual 92.5. Y este número es superior al de Lucanamarca.

            Pero alguien hablará de otras cifras. Ejemplos habrá a montón. Y quizá eso de “nosotros matamos menos” termine en “mejor empate”, que seguramente esperan los que aún andan sueltos por hechos como Cayara, Putis, Acomarca, etc. Porque, de la manera cómo se presentas las cosas en el Perú, todo puede suceder.

            Finalmente, no se trata solo de colocar hitos por poner, para figurar a costa del dolor de los demás, para justificar el sueldo de burócratas calienta curul. “¡Ah! desgraciadamente, hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hermanos”.

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