sábado, 20 de junio de 2020

El alpinchismo nos está matando



El COVID-19 ha encontrado un gran aliado en el alpinchismo. Vamos por casi 8000 fallecidos según cifras oficiales del MINSA.

Alpinchismo viene de la frase “me llega al pincho”, que significa que no le interesa las consecuencias de su accionar, así medio Perú se muera. Y ese alpinchismo es un mal de la sociedad peruana, de todas las clases sociales. Señorones con doctorados son alpinchistas al igual que uno que no terminó la primaria. Una de las frases alpinchista de la política es “No me interesa así se perjudiquen diez mil, cien mil personas. ¡No va!”[1].

Empresarios mineros alpinchista. No respetan las normas de protección ambiental: contaminan ríos y lagos, luego tenemos niños con plomo, arsénico y mercurio en la sangre[2].

Políticos alpinchistas. Quienes los apoyaron en sus campañas electorales son contratados en las municipalidades, las regiones, el congreso, sin tener un perfil profesional. Luego los puentes mal construidos se desploman[3].

Policías y choferes alpinchistas. En cualquier esquina piden coima a los choferes que se pasaron al luz roja sin importar que puedan atropellar al transeúnte o chocar con otro carro. Luego tenemos cientos de muertos por accidente de tránsito[4].

Médicos alpinchistas. En horario de trabajo del hospital estatal atienden en clínicas privadas[5]. Luego los pacientes mueran por falta de atención.  

Militares alpinchistas. Roban combustible y rancho de los soldados[6].

Así tenemos una larga lista de alpinchistas, a quienes no les interesa que mueran peruanos si se trata engrosar sus billeteras.

Claro que hay excepciones en todos los casos, sin embargo, el alpinchismo ha gangrenado el Perú. Y ese alpinchismo hace que políticos, policías, médicos, profesores, etc. sean detenidos por violar la cuarentena, solo porque estaban aburridos en sus casas y querían tomarse unas cervezas como si no existiera el COVID-19.

Esos alpinchistas en plena pandemia suben los precios de los medicamentos. Peor aún, los falsifican. Roban medicamentos de los hospitales para venderlos en el mercado negro. Hacen compras sobrevaluadas. Se apropian de los víveres destinadas para familias pobres. Les dan mascarillas inservibles a los policías que salen a patrullar. Etc. 

Esos alpinchistas, las dos primeras semanas de la cuarentena, que era clave para ver podíamos ganar la guerra, salían a pasear o a jugar una pichanguita como si  fuera vacaciones. Salían a multiplicar los infectados y fallecidos. Viajaban y llevaban el COVID-19 hasta los pueblos más pequeños del Perú. 

El alpinchismo y el COVID-19 nos están matando.




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